El curso «Fundamentos de Liderazgo» del Instituto Bíblico Plan Formación aborda la importancia de establecer cimientos sólidos para ejercer un liderazgo efectivo y alineado con los principios cristianos. El liderazgo cristiano enfrenta constantes ataques del diablo, quien busca dividir a la iglesia atacando al líder o su equipo. Por ello, es crucial que los líderes estén preparados para influir positivamente en las personas a su alrededor.
Fundamento de la Conexión: Un buen líder debe tocar el corazón de las personas antes de pedirles ayuda. Jesús es el ejemplo perfecto de un líder que primero se conecta emocionalmente con su comunidad. Las áreas más atacadas en el liderazgo son la fama, el dinero y las relaciones, todas relacionadas con la soberbia. Santiago 4:6 nos recuerda que Dios da gracia a los humildes y resiste a los soberbios, por lo que un liderazgo basado en la humildad es esencial para mantener la presencia de Dios.
Un líder debe mostrar un corazón humilde y servir a los demás, siguiendo el ejemplo de Jesús, quien lavó los pies de sus discípulos en un acto de amor y reverencia. La lealtad y el compromiso se ganan a través del amor y la preocupación genuina por los demás. La ley de la siembra y la cosecha se aplica aquí: al bendecir a otros, recibiremos bendiciones a cambio.
El mito de la superioridad en el liderazgo debe ser desmentido. Un líder no es más importante que las personas a las que sirve. Jesús se hizo hombre para ser como nosotros, y del mismo modo, los líderes deben ser amigos de todos, sin importar su pasado o condición social. Deben ser imparciales, amar y orar por todos, y estar siempre conectados con la gente para poder salvarla.
La conexión depende del corazón auténtico del líder. Si el interés del líder está en las personas, será cercano, amable y amistoso. Es importante que los líderes revisen continuamente su corazón para asegurarse de que sus intenciones sean puras y desinteresadas. La conexión con la gente es fundamental, y esto debe empezar en el hogar, que es el primer ministerio de cualquier líder.
Un buen líder no debe sobre espiritualizarse ni abusar de la amistad de los demás. Debe buscar la amistad y confianza de las personas, ofreciendo lo mejor de sí mismo y estando disponible en todo momento. La verdadera amistad nunca falla, y el líder es el responsable de conectar con la gente, no al revés.
Este curso busca formar líderes que, con humildad y amor, puedan influir positivamente en su comunidad, reflejando el corazón de Cristo en todas sus acciones.
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